
Siempre es un placer volver a casa y si además tienes la oportunidad de conocerla desde una perspectiva diferente es todavía más gratificante. Y es que éste era un gran plan de viaje, un recorrido por algunos de los Paradores de Galicia más representativos, en compañía de grandes viajeros como Ignacio y Carlos (que en pocos días sale para Alemania en su proyecto de recorrer los 38 Patrimonios de la UNESCO de este país!)

Llegamos desde Madrid en coche al Parador de Santo Estevo. Para mi fue un agradable descubrimiento. Situado en plena Ribeira Sacra, está acomodado entre frondosos bosques, en un espacio natural privilegiado para agradables paseos y rutas por el monte. Este antiguo Monasterio del s. VI os sumergirá en un ambiente de paz y tranquilidad. Tiene un completo spa situado en las antiguas bodegas, que fueron reformadas manteniendo la estructura original de las mismas. El restaurante, en la planta inferior, con vistas a los bosques y grandes ventanales es el marco ideal para disfrutar de la cocina tradicional gallega y sus vinos.
Uno de los puntos más espectaculares de la Ribeira Sacra, a unos 30 minutos en coche desde Santo Estevo, es el mirador de Os Torgás (Balcones de Madrid). Tendréis que seguir con atención los carteles que hay en la carretera comarcal, luego una pequeña caminata y tendréis unas vistas maravillosas de los cañones del río Sil.

Continuando por el corazón de la Ribeira Sacra, está la ciudad de Monforte de Lemos. Su conjunto Monumental de San Vicente do Pino que comprende la Torre de Homenaje, el Monasterio de San Vicente do Pino y el Palacio de los Condes de Lemos es el enclave perfecto para su Parador. Además de otros monumentos como el Escorial de Galicia, el puente romano y un casco histórico, que invitan a tranquilos paseos por sus calles. Aquí podéis probar el nuevo menú “Enxebre” que se ofrecerá en la red de Paradores y está basado en tapas y raciones, platos típicos gallegos actualizados y a precios asequibles.
La ruta por la carretera N-120 hacia la provincia de Orense ofrece unas panorámicas increíbles del curso del río Miño. Desde Orense la A52 nos condujo a la provincia de Pontevedra, donde estaba nuestro destino final del día, Baiona y su parador.

En un enclave privilegiado a orillas del Atlántico y protegida por la bahía, Baiona disfruta de un clima agradable todo el año. Esta ciudad fue clave en nuestra historia ya que hasta aquí llego

Martín Pinzón en su viaje de vuelta desde América. En el Castillo de Monterreal es donde se sitúa el Parador. Una antigua fortaleza donde puedes pasear por sus murallas, disfrutar de sus jardines y relajarte contemplando sus vistas al mar y a
las Islas Cíes. Pero sobre todo os aconsejo llegar a la puesta del sol, sobre el mar, increíble!
Nuestro camino siguió hacia el norte, al Parador de Pontevedra. Ubicado sobre el pazo de los Condes de Maceda es del s. XVI. Su situación es perfecta para recorrer el casco histórico de la ciudad, cerca del mercado de abastos, del Teatro Principal y la conocida Plaza de la Peregrina donde se encuentra su famosa iglesia con forma de vieira.

Salimos de Pontevedra. Nos estaba llamando quizás el más conocido Parador de Galicia, el Hostal de los Reyes Católicos. Situado en la Plaza del Obradoiro en un lateral de la Catedral de Santiago, este hospital fue construido por orden de los Reyes Católicos para atender a los peregrinos y se mantuvo como tal hasta 1.953. Recorrer sus dependencias, sus patios y capilla os aseguro que merece la pena. Además es un museo (los que no estén alojados pueden acceder pagando la entrada 3€). También aquí, como os decía antes, podéis degustar el menú “Enxebre: algo más que una tapa”, raciones elaboradas con producto tradicional pero con un toque vanguardista y multicultural.
Una buena ruta por Galicia, tiene que peregrinar hacia uno de los iconos gallegos, el Albariño. Con este objetivo nos dirigimos hacia Cambados, la capital de la zona vitícola. Allí pudimos conocer algo más de la elaboración tradicional del Albariño en las bodegas del Palacio de Fefiñanes. Unas bodegas con más de 100 años de historia y que tienen su fuerte en la exportación (Suecia, Nueva Zelanda, etc…). Su parador se encuentra cimentado sobre el Pazo de Bazán. Con unas vistas soberbias de la Ría de Arousa, es ideal para reposar vuestros maltrechos cuerpos después de un día recorriendo las Rías Baixas, sus playas y pueblos. Su patio interior con terraza, aislado de los ruidos, os ofrecerá un espacio para el descanso y la relajación. Si vais al restaurante, no olvidéis preguntar por Antonio os atenderá con una gracia y amabilidad jienense, pero además os explicará su proyecto Niños Sanos donde se promueven hábitos alimenticios saludables.

Todo viaje tiene su fin y en este caso era Villafranca del Bierzo, localidad situada en pleno Camino Francés. Con un Parador reformado y sito en un enclave rodeado de bosques de castaños, cerezos y las montañas de los Ancares. Aquí disfrutaréis de la gastronomía del Bierzo en un entorno relajado y acogedor, envueltos en frondoso parajes naturales.
En definitiva, una fantástica ruta por Galicia y sus Paradores, ya os voy adelantando que aquí hay mucha materia prima para explotar! Además su nueva apuesta por una restauración fresca, moderna, innovadora y asequible abre las puertas a un mayor rango de bolsillos.
Qué envidia me da esta ruta… sobre todo que paréis en Cambados y en Fefiñanes… mira que voy veces, y no me canso, perderme por sus callejuelas, sentarme en una terraza con un vinito, deambular por el paseo (con marea alta, por favor)… un lujo para todos los sentidos =)
Gracias Chus! Si, me encantó volver a Cambados (que lujazo!) y descubrir otros. Además hay que apuntarse a la fiesta del Albariño en agosto! 😉
Una vez me dijeron que los madrileños eramos unos pijos… Me lo dicen personas que se va de botellón a la playa, con una nevera, vino frío y copas de vino. Lujazo de botellón. Días de disfrutar. Qué ganas tengo de volver!!!!
Gracias por la mención Oscar, fue un placer compartir paradores, enchentas, cargador y chistes malos (bueno, de esto último no estoy tan seguro por vuestra parte 😉
Igualmente Carlos!! Y hasta los chistes malos (dependiendo de para quien XD) también sacan unas carcajadas! 😉